EL DESARROLLO HUMANO EN MÉXICO.

EL DESARROLLO HUMANO EN MÉXICO.

Publicado: abr 5, 2022

Autor: Miguel Eduardo Anaya Mares


En México, el Desarrollo Humano tuvo sus raíces en el Centro de Orientación Psicológica de la Universidad Iberoamericana a finales de los años sesenta del siglo pasado como un movimiento organizado (Lafarga, 2005), pero desde perspectivas de descalificación y prejuicio mediante un nivel de superficialidad amistosa. Es evidente entonces que, esta disciplina científica o campo de estudio, partió “de la experiencia de los trabajos de investigación de un grupo de filósofos, psicólogos y educadores humanistas de este siglo, que tienen sus raíces en el humanismo occidental grecolatino europeo y en algunas aportaciones de la filosofía oriental” (Lafarga, 1992, p.5).

Juan Lafarga (1930-2015), jesuita y psicólogo clínico, pionero de la Psicología Humanista en México, señaló que las propuestas emanaron de los estudios sobre la persona de Gordon Allport (1955), del enfoque centrado en la persona de Carl Rogers (1961), la psicología humanista de Abraham Maslow (1970) y de antropología evolutiva de Pierre Teilhard de Chardin (1974). Desde una perspectiva pluridisciplinar el Desarrollo Humano es entendido como las ciencias de la educación que deberán ser cultivadas y conocidas a los diferentes niveles (Lafarga, 1992), y como bien lo indica en la psicología comunitaria mexicana, “se entiende el impulso de los procesos autogestivos en las comunidades, así como los programas encaminados a fortalecer los procesos de comunicación de los diferentes sectores de la comunidad” (p.6). Por tal razón, además del surgimiento en la Universidad Iberoamericana y en el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente (ITESO) de los planes educativos de Desarrollo Humano nace en algunas empresas mexicanas un tipo de entrenamiento y capacitación diferente; en el que va “más allá de la adquisición y desarrollo de habilidades laborales” (Lafarga, 1992, p.5), con la finalidad de que todo el personal desarrolle capacidades y comportamiento más humanos, a lo que se refiere con una mejor comunicación interpersonal y así fortaleciendo los procesos en cada uno de los diferentes niveles. Más adelante, el Consejo Nacional de Población (Conapo, 2001) adecuó el concepto de Desarrollo Humano y lo definió como “un proceso continuo de ampliación de las capacidades y opciones de las personas para que puedan llevar a cabo el proyecto de vida que, por distintas razones, valoran” (mencionado en López, L. y Vélez, R., 2006, p.53).

En México, se ha identificado y entendido al Desarrollo Humano desde diversas perspectivas, en donde principalmente se identifican (Lafarga, 2010, p.15-16):

  • Del enfoque centrado en la persona de Carl Rogers (1961), donde se le señala “como una filosofía del hombre, de la sociedad y de las relaciones interpersonales que pone énfasis en la vida, en la salud y en la autodeterminación”.
  • Como disciplina científica basada en la investigación y experiencia, que analiza el proceso evolutivo del ser humano a través de los procesos intrapsíquicos y las condiciones externas que obstaculizan o favorecen el crecimiento personal.
  • Mediante la satisfacción armónica e integral de las necesidades, se revela la praxis profesional facilitando y promoviendo el incremento del potencial humano y de la sociedad.
  • Reflejado como un estilo de vida, expresado por la congruencia de los pensamientos con los sentimientos y la conducta en pro del afecto incondicional y la empatía.
  • Como lo propuesto por las Naciones Unidas (2000) como un “Desarrollo Humano sustentable”, que integra el crecimiento personal con el desarrollo científico y tecnológico.
  • Basado en la ética universal, que gracias a su transcultura se promueve el crecimiento integral de la sociedad.
  • Como las formas de facilitar y promover el bienestar, la salud y el crecimiento personal, de acuerdo a Allport (1955), Rogers (1961) y a Maslow (1994).

En la siguiente tabla, se distinguen las características del Desarrollo Humano para el crecimiento personal en México:

 

CARACTERÍSTICAS DEL DESARROLLO HUMANO EN MÉXICO

CARACTERÍSTICA

DESCRIPCIÓN

Biofilia.

Amor a la vida en todas sus manifestaciones.

Ampliación y promoción de la identificación.

Del autoconocimiento, la autoestima, la autodeterminación de las personas y de la sociedad.

Incremento del ser.

Como persona, integrada en el universo de forma única e irrepetible.

Fomento a las relaciones.

Relaciones interpersonales e intergrupales sustentadas en la cercanía y transparencia.

Búsqueda del diálogo.

Como un instrumento o medio para lograr la comunicación.

Libertad emocional.

Capacidad de reconocer y asumir las propias percepciones, sentimientos, significados y responsabilizarse por su comportamiento.

Manejo de la agresividad.

Obtener asertivamente la satisfacción a las necesidades.

Eficacia y eficiencia.

Como acciones satisfactorias, vistas no únicamente como obligación o actividades que logren la productividad.

Interés social.

Basado en la equidad de los derechos y obligaciones, así como en la igualdad en las oportunidades.

Interés universal.

Preocupación por la ecología mediante la armonía y sustentabilidad.

Satisfacción y humor.

Por el aprendizaje y lo acontecido en la vida.

Inquietud humana.

A través de la búsqueda trascendental del sentido de la vida.

Fuente: Elaboración propia. Adaptado de Lafarga (2010).

 

Lafarga (2010) aclara que, aunque el enfoque centrado en la persona es la columna vertebral y de ahí parte su estrategia, el Desarrollo Humano en México además “implica el aprovechamiento de los recursos y del potencial humano desde todas las posiciones ideológicas y desde todas las formulaciones teóricas y prácticas” (p.17), en donde su pretensión u objetivo es trascender y perfeccionar a las ideologías de Carl Rogers (1961) para “convertirlo en aprendizaje personal y significativo” (p.18). Sin embargo, desde el punto de vista del PNUD, para la situación de México, los componentes básicos del Desarrollo Humano como la educación, el ingreso y la salud, son competencias concurrentes, más no centrales. Por lo que no corresponden las funciones sustantivas a los gobiernos municipales, sino son complementarias. Por tal motivo, son los municipios los responsables de justamente crear las condiciones necesarias para que dichas competencias tengan un significado en la vida de cada una de los habitantes. Es por ello que para lograr “un Desarrollo Humano sostenido y equitativo se requiere de un cúmulo de capacidades institucionales que, de manera simultánea y coordinada, detonen la expansión de las distintas libertades del individuo” (Gómez, 2010, p.9).

El Desarrollo Humano en las organizaciones mexicanas debe enfocarse en la integración de las diferencias, en las que no importa quién tenga o no la razón, y de “hacer formulaciones hipotéticas, humildes, que integradas y enriquecidas mutuamente, generen mejores aproximaciones globales” (Lafarga, 1992, p.7). Como bien lo subraya el PNUD (1990) “su objetivo central debe ser el ser humano” (p.34), en el que se abarque más el bienestar para los colaboradores que solo la obtención de los ingresos y la generación de riqueza. Por lo que el núcleo central del Desarrollo Humano en México se encuentra “en promover la emergencia de los valores propios en cada persona, en los grupos y en la sociedad” (Lafarga, 2005, p.9), mediante relaciones incondicionales que generen libertad. Aunque México se acerca a la modernidad, los profundos cambios políticos, económicos, sociales, educativos y religiosos ha hecho que aún se viva en este país con esperanza.

De acuerdo al Plan Nacional de Salud (2019-2024), es posible promover aún más el Desarrollo Humano en México, como praxis profesional y disciplina científica. En la que su verdadero alcance sea el de poder humanizar las relaciones interpersonales y fortalecer los procesos de la comunicación, por la unión de las diversas disciplinas y servicios médicos y tecnológicos al servicio de los derechohabientes con la finalidad de integrar el fenómeno psíquico con una práctica psicoterapéutica en función de la promoción y crecimiento humano. Que permita un orden, en que tanto colaboradores como usuarios, tengan cabida y una sana relación mediante la responsabilidad por ellos mismos en asumir las propias limitaciones y recursos fomentando así la autoconciencia, el conocimiento, la relación con el otro, el crecimiento personal y la evolución social.       

 

REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA


Extracto obtenido de:

Anaya, M. (2020). Liderazgo transformacional y su impacto en el desarrollo humano de los colaboradores. Caso de estudio [Tesis de doctorado, Universidad Antropológica de Guadalajara]. Repositorio Académico de la Universidad.

https://repositorioinstitucional.uaslp.mx/xmlui/handle/i/7584

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