Publicado: mayo 4, 2022
Autor: Miguel Eduardo Anaya Mares
Durante el siglo XIX surge la teoría del gran hombre, por la publicación realizada del historiador inglés Thomas Carlyle en 1840, en donde se consideró en términos de liderazgo militar como una cualidad masculina. Los estudios de esta teoría se centran en que los investigadores revisan a los grandes hombres de la historia mundial, aquellos que se han distinguido por ser personas excepcionales con cualidades innatas, destinadas a liderar (Jordan y Garay, 2009). Es aquí donde los grandes líderes nacen, no se hacen, por lo que se trataba de copiar su personalidad y su comportamiento para convertirse en un líder similar.
Más adelante según Ralph M. Stogdill (1974) “los primeros estudios sobre el liderazgo partieron de la identificación de los principales rasgos de personalidad del líder” (indicado en Chiavenato, 2009, p.343) y que según Yukl (2008) y Robbins y Judge (2013) hasta finales de la década de 1940 dominaron los estudios de liderazgo. En éste se sitúa al liderazgo en la parte central como el concepto más importante dejando con poca relevancia a otras variables, donde las funciones de liderazgo se llevan a cabo gracias a los atributos naturales de la personalidad, es decir, gracias a los rasgos las personas actúan como líderes aumentando la probabilidad de ser efectivos (Soto, 2001). A la teoría de los rasgos se le conoce también como la teoría del líder que nace o líder natural, donde según Castaño (2013) “el liderazgo es algo innato: se nace líder” (p.26) dotadas de determinados atributos que otras personas no tienen (Yukl, 2008).
En la teoría de los rasgos se trataba de identificar las características y cualidades de las grandes personas como: Jesucristo, Buda, Napoleón, Moisés, Gengis Khan, etc., para compararlas con las demás personas. Es similar en algunos aspectos a la teoría del gran hombre, por lo que ciertos rasgos los relacionaron con el éxito personal y los quisieron utilizar para así seleccionar a los nuevos líderes en las organizaciones. Stogdill, en 1948 indicó los tres rasgos más asociados a los líderes (Castaño, 2013) que se identifican en la siguiente tabla:
Los rasgos más investigados del líder, según Stogdill
INTELIGENCIA |
PERSONALIDAD |
CAPACIDADES |
Juicio. Decisión. Conocimientos. Facilidad de palabra. |
Viveza. Creatividad. Adaptabilidad. Integridad personal. Confianza en sí mismo. Equilibrio emocional y autocontrol. |
Sociabilidad. Capacidad para cooperar. Capacidad para lograr cooperación. Popularidad y prestigio. Tacto, diplomacia. |
Fuente: Castaño (2013), adaptado por Miguel Anaya.
Sin embargo, personas con similitud en sus rasgos no se puede asegurar que sean líderes parecidos. Según Lussier y Achua (2016) los rasgos “son las características personales distintivas” (p.34), por lo que la imagen que proyectan las personas se basan en los rasgos de su carácter. De acuerdo a J. G. Geier (1967) de 20 estudios diversos se identificaron casi 80 rasgos de acuerdo al liderazgo, pero lamentablemente solo eran comunes cinco rasgos en cuatro de las investigaciones. Varios años después, hacia la década de los 90 del siglo pasado, S.A. Kirkpatrick y E.A. Locke (1991) después de varias investigaciones concluyeron que los líderes no tienen nada que ver con otras personas y los rasgos variaban de un individuo a otro (indicado en Robbins y Judge, 2013, p.369).
Derivado de dificultades para medir los rasgos, errores de planteamientos y las diferencias en las diversas situaciones, no ayudaron para que esta teoría mantuviera el crédito. Según Yukl (2008) una de las causas de este fracaso fue la no consideración a las variables interventoras que explicaban cómo afectaban los rasgos del líder al desempeño de los equipos de trabajo. Sin embargo, y como lo menciona Chiavenato (2009) algunos aspectos del liderazgo (como las actitudes y el comportamiento) combinados con otros rasgos de personalidad, dieron pie al desarrollo de otras teorías. La personalidad, definida por Lussier y Achua (2016) puntualiza “que es una combinación de rasgos que clasifican la conducta de un individuo” (p.34). Gracias a la teoría de la personalidad de los cinco grandes determinado por I. Oh, G. Wang y M. K. Mount (2011), los investigadores pudieron organizar a los rasgos dando gran apoyo como elementos para predecir el liderazgo (ver siguiente tabla), donde establecieron que la extroversión es considerada como uno de los rasgos más importantes de los líderes que son eficaces (indicado en Robbins y Judge, 2013).
Las cinco grandes que incluyen los rasgos de los líderes efectivos
CINCO GRANDES DE LA PERSONALIDAD |
RASGOS DE LIDERAZGO |
Extraversión. Nivel de comodidad con las relaciones. |
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Afabilidad. Propensión para mostrar respeto o cortesía hacia los demás. |
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Adaptación. Habilidad para manejar el estrés. Estar tranquilo, confiado y seguro. |
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Responsabilidad. Persona meticulosa, organizada, confiable y persistente. No se distrae. |
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Apertura a la experiencia. Grado de interés y fascinación por lo novedoso. Creativo, curioso y con sensibilidad artística. |
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Fuente: Robbins y Judge (2013) y Lussier y Achua (2016), p. 36, adaptado por Miguel Anaya.
Contrariamente a lo que se creía en relación a la teoría de los rasgos, hoy en día es posible asegurar que gracias a los rasgos en combinación con el enfoque de los cinco grandes se puede predecir el liderazgo. Por lo que la utilidad de los rasgos radica en la predicción del surgimiento de los líderes, así como su forma. Sin embargo, no realmente muestra una diferencia real entre los líderes que serán ineficaces a los que sí los serán, por lo que aun cuando una persona posea los mejores rasgos, no necesariamente será líder y ni logrará que el grupo alcance el éxito. Esto motivó a que durante la década de 1940 y 1960 los investigadores se preguntaran si existía alguna conducta única en los líderes eficaces, por lo que la teoría de los rasgos permite un esquema de selección del personal con aspiraciones a líder, pero las teorías conductuales definieron la forma de capacitarlos con el afán de convertirlos en verdaderos líderes (Robbins y Judge, 2013).
REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA
Extracto obtenido de:
Anaya, M. (2020). Liderazgo transformacional y su impacto en el desarrollo humano de los colaboradores. Caso de estudio [Tesis de doctorado, Universidad Antropológica de Guadalajara], p.111-115. Repositorio Académico de la Universidad.
https://repositorioinstitucional.uaslp.mx/xmlui/handle/i/7584
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