Publicado: mayo 24, 2022
Autor: Miguel Eduardo Anaya Mares
Los funcionamientos alcanzados por un individuo no son un determinante suficiente para indicar su bienestar o su nivel de calidad de vida, para ello es necesario reconocer su capacidad personal. Como lo propone López, Rodríguez y Székely (2006), se debe identificar “los funcionamientos entre los cuales pudo elegir y qué pudo haber logrado” (p.20), en donde las capacidades se relacionan directamente con la idea de la libertad, señalada por la RAE (2020) como la “facultad natural que tiene el hombre de obrar de una manera o de otra, y de no obrar, por lo que es responsable de sus actos”. En la que John Locke, dejó bien en claro “que los hombres nacen, por naturaleza, en estado de perfecta libertad” (Daros, 2013, p.4) y por tal razón también se nace con derechos personales e individuales, intransferibles a otra persona.
Cuando se comparan los funcionamientos con las capacidades humanas se resalta el hecho que la capacidad, según Nussbaum (2012), significa “oportunidad de seleccionar” (p.45), por lo que se encuentra incluida la libertad para elegir. Frankl (2004) menciona que es “la libertad del hombre para elegir entre aceptar o rechazar una oportunidad que la vida le plantea” (p.123). Por tal razón, Sen (1996) señala que “la libertad de llevar diferentes tipos de vida se refleja en el conjunto de capacidades de la persona” (p.58), en las que ésta depende de cada una de las características individuales y de los contextos sociales. En el que de acuerdo a Daros (2013), Locke propone el ideal del hombre “en conocer sus límites y proteger su libertad en la convivencia” (p.4). En la que el ser humano, limitado por las leyes de la naturaleza, conjuga su libertad de acción, la cual otorga un “sentido moral al uso de la libertad humana” (Daros, 2013, p.5). Incluso en los más complicados y difíciles estados de tensión psíquica y de indignación física el ser humano puede conservar un resguardo de su libertad espiritual, en el que según Frankl (2004) respecto a la última de las libertades humanas: “-la elección de la actitud personal que debe adoptar frente al destino- para decidir su propio camino” (p.90).
Para lograr un adecuado desarrollo de las personas, se debe enfocar en mejorar su vida mediante el uso pleno de las libertades, ya que no sólo es necesario centrarse en el objetivo específico de la generación de la riqueza. Como bien lo indicó Aristóteles en la Grecia Antigua: “La riqueza no es, desde luego el bien que buscamos, pues no es más que un instrumento para conseguir algún otro fin” (mencionado en PNUD Guatemala y en Sen, 2000, p.30), en el que ese otro fin es el punto de unión entre los derechos humanos y el Desarrollo Humano. Por tal razón no es sensato ubicar como un fin en sí mismo al crecimiento económico, donde además se señala que “la libertad del hombre es tanto el principal objetivo del desarrollo como su medio primordial” (Sen, 2000, p.74), en el que PNUD Guatemala (sitio web) destaca que la “libertad que es fundamental para desarrollar las capacidades y ejercer los derechos”.
De acuerdo a Rabindranath Tagore “el hombre sólo puede alcanzar su verdadera libertad mediante el pleno desarrollo de todas sus capacidades” (indicado por Bok, 1999, p.65), en donde el individuo no debe angustiarse por su propio desarrollo, sino a través de su preparación y la capacidad de comprender podrá actuar como un ciudadano responsable y miembro decente de la sociedad. Como bien lo señala Sen (1996) “las capacidades se definen al derivarlas de los funcionamientos” (p.64), por lo que los funcionamientos muestran la mezcla de elección entre los seres y quehaceres importantes para la vida de la persona. Se identifica que “el actuar libremente y ser capaz de elegir puede conducir directamente al bienestar” (p.65).
Las libertades fundamentales son cruciales para el logro de las capacidades individuales. En función a las libertades fundamentales se determina el éxito en cierta sociedad u organización. Por lo que se identifican las razones que valorar: 1.- la libertad total del individuo por derecho propio, y 2.- para obtener resultados valorados es mediante el incremento de las capacidades. El incremento de la libertad expande la capacidad de las personas para ayudarse a sí mismas y ayudar a los demás, provocando cambios y logros en función de sus propios objetivos y valores. Como bien lo puntualiza Sen (2000) el desarrollo es, de hecho, un compromiso trascendental con las posibilidades de la libertad” (p.356).
Es la propia persona la que debe asumir la responsabilidad absoluta del desarrollo y transformación de lo que le rodea. Sen (2012) aclara que “las libertades fundamentales de que disfrutamos para ejercer nuestras responsabilidades dependen extraordinariamente de las circunstancias personales y sociales, así como del entorno” (p.340). Y, como bien lo aclara Frankl (2004) “y es precisamente esta libertad interior la que nadie nos puede arrebatar, la que confiere a la existencia una intención y un sentido” (p.91). Es por ello que debe tenerse en cuenta que, sin la capacidad y la libertad fundamental de realizar alguna actividad, el individuo no puede ser responsable por hacerla. La preocupación mundial por el incremento del proceso de las libertades individuales y el compromiso social de llevarlo a cabo, se forja mediante un principio organizador que conlleve a su integración. Sin embargo, el hecho de contar con la capacidad y la libertad exige al individuo la consideración de llevarla a cabo o no, por lo que va implícita una responsabilidad de respuesta de forma individual. Por ello, para asumir una responsabilidad, es necesaria tener en cuenta y darle su asignación a la libertad.
El ser humano es un ser finito, por lo que es limitada su libertad, ya que no es posible liberarse de los condicionamientos, sino que gracias a la libertad se elige la postura o actitud frente a estos condicionamientos (Frankl, 2004). Las oportunidades sociales, identificadas como los sistemas de educación, respeto, relaciones personales, etc., que se tiene dentro de la organización para influir directa y positivamente en una vida mejor. El líder transformacional, para crear las herramientas institucionales adecuadas, debe considerar el papel instrumental de los diferentes tipos de la libertad e ir más allá, a través de su visión, del objetivo primordial que tiene la libertad general de sus colaboradores. Gracias a los sistemas democráticos dentro de las instituciones, las diversas libertades se apoyan y se acompañan para la creación de oportunidades; en donde la perspectiva de libertad se ubica en el centro de los propios medios del Desarrollo Humano, en la configuración de su propio destino.
REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA
Extracto obtenido de:
Anaya, M. (2020). Liderazgo transformacional y su impacto en el desarrollo humano de los colaboradores. Caso de estudio [Tesis de doctorado, Universidad Antropológica de Guadalajara], p.81-85. Repositorio Académico de la Universidad.
https://repositorioinstitucional.uaslp.mx/xmlui/handle/i/7584
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